"-En este momento solemne e irrepetible, pido a Dios que use de misericordia con nosotros, si no fuéramos fieles. Como tenemos el don de la libertad, si alguno se obstinara, podría ser infiel a la gracia de Dios y al espíritu de nuestro Padre. Si esto sucediera alguna vez, que los huesos del Padre, que tenemos aquí abajo, se levanten para maldecirle
"-Hijos míos, por lo que he podido observar en estas correrías por varias partes del país, he notado una gran diferencia entre las clases sociales. A todos digo, recordando la enseñanza del Apóstol San Juan, que no es verdad que se ama a Dios si no se ama al prójimo, a quien vemos y tenemos cerca. Repíteselo, uno a uno, a tu modo; enséñales a prescindir no sólo de lo superfluo, sino de lo que consideran necesario; que sepan dar".
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